TEATRO BRUJO

TEATRO BRUJO
Galería de nuestro trabajo en ENLACES al costado derecho del Blog

miércoles, 16 de agosto de 2023

PROYECTO ATAWALLPA. La ruta mestiza.

 

Foto: Ana Lucía Montesinos. Parque arqueológico Pumapungo. Julio 2022

Proyecto Ganador del Fondo Internacional IBERESCENA 2021-2022

Partiendo de las posibilidades y líneas de investigación del texto Tragedia del fin de Atawallpa traducido del quechua por Jesús Lara –y cuyo original está actualmente desaparecido– buscamos, generar un posible lenguaje y procedimientos artísticos escénicos, como camino de evolución personal, reconociendo las preguntas  que permitan construir textual y escénicamente un palimpsesto, una nueva versión desde una poética personal que mantenga el imaginario del texto primigenio para alcanzar vínculos con la actualidad y el espectador/espectadora contemporánea.

Sinopsis:
Una actriz ecuatoriana y un actor mexicano deciden emprender una investigación transitando la obra de teatro quechua del siglo XVI Tragedia del fin de Atawallpa, porque reconocen en ella misteriosos símbolos y sucesos que se conectan con sus propias historias personales y el mundo actual. En el trayecto descubren que la obra es un qhapaq ñan, un camino de re-conexión personal, al parecer lxs ancestrxs indígenas dejaron un mensaje oculto en ella. La realidad y la ficción se mezclan envolviendo a lxs investigadores en un sueño de visiones que cambiará completamente sus vidas. 

Proyecto Atawallpa se ha presentado en: 
Parque arqueológico Pumapungo. Cuenca Ecuador. Julio 2022.
Teatro Variedades Ernesto Albán. Quito Ecuador. Agosto 2022.
Teatro Salvador Novo. Ciudad de México. Diciembre 2022.
Teatro María Tereza Montoya. Ciudad de México. Marzo a abril 2023

Foto: Alfredo Milán. Teatro María Tereza Montoya. 2023

Dedicatoria: Este montaje está dedicado a cholxs, longxs, pardxs, nacxs, blancxs que no quieren ser tan blancxs, todxs quienes vivimos atravesadxs por dos, tres, cuatro mundos y deseamos reconocernos en las contradicciones, reconstruyendo los fragmentos del pasado, abrazando el presente para hacer frente a las profecías del futuro.

Deseamos compartir con ustedes algunos de los comentarios de nuestrxs espectadores.

Vestigios inca-cañaris en el Parque arqueológico Pumapungo. Cuenca-Ecuador Julio 2022.

1. Por: Alexandra Kennedy-Troya. Catedrática. Crítica de arte.
Proyecto Atawallpa. El Comercio 28 de julio 2022.

                      Foto: Ana Lucía Montesinos. Pumapungo 2022.


 "Las heridas del pasado se cierran a medias; a medias se distorsionan o danzan convirtiéndose en jirones de fuego. A veces se apagan; las brasas aún candentes. “Como niebla vi los blancos/en muchedumbre llegar/ y oro y más oro queriendo,/se aumentaban más y más”. Una elegía a la muerte de Atawallpa escrita quizás por Jacinto Collahuazo. Los barbudos hombres relinchan, tronando el cielo americano arranchan cuánto ven en el camino sembrando muerte hasta en los atajos. Las heridas siguen pendientes, pendientes los fragmentos de unas historias contadas a trozos, ciertas e inciertas. Los levantamientos de pueblos originarios hoy -en Ecuador o Chile- nos espantan, creímos que el olvido centenario cosido por los poderosos jamás volvería a hacerse presente. Es que se repite la sed de oro, la sujeción al Otro, el atraco de sus tierras y medicina; es que el “enemigo” blanco/mestizo sigue presente en la corrupción y el abuso. 


Para no olvidar, el quechuista boliviano Jesús Lara intentó recuperar en 1957 la tragedia del fin de Atawallpa escrita al parecer en el siglo XVI. Para no olvidar, al presente, el grupo nómada Teatro Brujo -Mabel Petroff y Bruno Castillo y un gran equipo de apoyo- en versión libre, hizo hablar en varias voces y tiempos al Inca, al escritor colonial, al traductor Lara, al intérprete Felipillo y a todos sus descendientes. Surgió de largas horas de pandemia y confinamiento, moviendo las fichas de recursos narrativos y contemplativos que -a su decir- exorcizasen el sistema de antes en el hoy. Por ello, los espacios donde se desarrolla lo que ellos denominan “Proyecto Atawallpa”, no son convencionales. 


Acompañamos a los actores a través de las ruinas incas-cañaris de Pumapungo en Cuenca, senderos por los que el mismo protagonista habría transitado. La magia de la noche y los diálogos llenos de sentido nos fueron enmudeciendo; cantaron los personajes en quechua y castellano; el waychu, ave de la fortuna y espíritu del Inca, voló entre nosotros. Me doblegué ante la tragedia, ante la belleza de la representación, ante la vida". 


2.  Por: Pablo Balseca. Actor de teatro y cine. (Vía publicación de Facebook). 


Foto: Ana Lucía Montesinos. Pumapungo 2022.

"Un grupo de náufragos a la deriva del tiempo asistimos anoche al espacio sagrado de Pumapungo. Entre soñar y ser soñados recorrimos el Capac ñan interior para ser interpelados por los seres alados y peludos, por las mujeres de visión encarnadas una y otra vez. Con los cielos abiertos, la media luna en el centro del cielo, habló el barbón y la ñusta, en el medio de los cuatro puntos, la cruz del sur silenciosa. 


¿Y Atahualpa? Presente y ausente, cortada su cabeza, ¿y el escritor? ¿Y el manuscrito? Vueltos a ser enterrados, pero presentes. 


Cuenca se merece más como esta obra maravillosa e interpeladora, Cuenca debe ir a este Puma Punku a este Capac ñan interior. Yupaychani Teatro Brujo". 


3. Cristobal Zapata. Escritor y crítico de arte. (Vía publicación de Facebook). 


Foto: Ana Lucía Montesinos. Pumapungo 2022.

"Caminos que se cruzan en el tiempo, historias y voces que se entretejen, personajes que se desdoblan mientras evolucionan en el espacio precolombino, “Proyecto Atawallpa” es una hermosa puesta en escena (puesta en sitio diría) de Bruno Castillo y Mabel Petroff que funciona como un palimpsesto de relatos que se reescriben (oral y escrituralmente) mientras actores y público atraviesan los senderos de Pumapungo como si hicieran su propio Qapaq ñan, su propia procesión ritual. Esta pequeña travesía por las terrazas y huertos incásicos (el lugar de mayor belleza, densidad histórica y significante de Cuenca), por momentos consigue trasladarnos a otro tiempo, no solo a un pasado prehispánico sino a un tiempo cósmico, conectado con la noche andina y estelar, pues el cuerpo activo del público coopera con su desplazamiento en la construcción de los significados que la pieza despliega. Desde el brillantísimo uso del parque arqueológico como escenografía “natural” hasta el trabajo con los dialectos, las sonoridades, la música y las máscaras, la obra es un manifiesto de la hibridez y diversidad cultural americana (“la ruta mestiza” como la llaman sus creadores). Toda la utilería de este teatro móvil, parece caber en un diminuto “Nécessaire” vintage, o en ese guando-urna de madera que transportan los actores cubierto por un espejo trizado. En ambos casos, los espejos no solo nos devuelven nuestra imagen sino integran al espectador al acto dramático confiriendo a la pieza una dimensión metateatral. Ese cofre vacío no solo es una metonimia del cuerpo muerto-ausente del último soberano inca, sino que es el vacío que cada grupo y cada individuo llena o rellena con el contenido que necesita. Tras los últimos episodios nacionales, las voces de Mabel y Bruno cruzando el fortín inca-cañari adquieren un volumen y una resonancia poderosa, como una arenga o una declaración de guerra. Uno se pregunta, incluso, si la obra no ha tenido la ironía de hacernos parte de nuestro propio desfile funerario. Más allá de cualquier “pachamamismo” naif, este proyecto escénico es una belleza poética y de una pertinencia indiscutible por la novedosa experiencia corporal y estética que nos propone fuera de los formatos y escenarios teatrales conocidos; cuando aún arden, a pocos metros las cenizas de la Historia". 


4. Por: Gaby Reinoso. Artista escénica y gestora cultural. (vía publicación de Facebook).


Foto: Ana Lucía Montesinos. Pumapungo 2022.

"La obra de Teatro Proyecto Atawallpa me recordó a mi abuela Zoila Quilambaqui oriunda de Sigsig antecitos de las ruinas de Chobshi. 


Mi viejita murió sin casa, arrimada en una media agua de su hijo (una de las casas que tiene) debajo de su árbol de aguacate, con el mote hirviendo en leña, sus gallinas, cuyes y tres gatos, jamás cobró bono, nunca tuvo seguro; el barbudo del “tío” (chulquero y coyotero, lo supe cuando estuvo preso el corbatudo, luego salió más resentido) se quedó con su choza de barro, diciendo que con eso cobraba las facturas de la clínica de la abuela). 


Hacer el Qhapa ñan de Pumapungo mientras te van cantando en kichwa no tiene precio… 

Cuanta historia oculta que de niña no me contaron, cuan necesario gritar, cuan oportuno lo es… Atawallpa!!! 


Mi admiración y gracias a Mabel y Bruno. Potente trabajo de voz, lenguas, máscaras, potente e inigualable escenario, que sutileza y sensibilidad de los altares recreados. 


Amé este cielo que me cubre, amé este Tumipamba y su chakra, lo otro no me representa. 

El de la foto no es el corbatudo, es el Víctor su hijo mayor, un albañil que murió en Guayaquil cayéndose de las escaleras. 


Ojalá no me mate el corbatudo. 


Foto que acompañó el texto publicado por Gaby Reinoso.


5. Por: Zizu Petroff. Escritor y artista multidisciplinario. (Vía libro de Teatro Brujo luego de funciones). 

Foto: José Antonio Crespo. Pumapungo 2022.

"Este Qapaq ñan me incendió mis venas de mestizo, de mutante, de alma vagabunda varada entre dos realidades, me eleva como hijo de taita viracocha y como saqueador de tesoros, me pierdo tanto como me hace reencontrarme a mi mismo a mis adentros y por fin sentir que mi sangre es de oro". 


6. Por: Alexandra Molina. Artista del barro. (vía libro de Teatro Brujo luego de funciones). 


Foto: Ana Lucía Montesinos. Pumapungo 2022.


"Un acto de psicomagia, un ritual de memoria, un recordatorio de que necesitamos despertar. Lloré por dentro. Gracias, gracias queridos Mabel y Bruno por su entrega, por su compromiso con el rescate de lo importante a través de su arte. Que los vientos soplen siempre a su favor. 8 de julio de 2022"


Teatro Salvador Novo. Ciudad de México. Diciembre 2022.


7. Por: Mauricio García Lozano. Actor. Director de Teatro y ópera. Catedrático de la maestría en dirección escénica que cursé en la Escuela Nacional de Arte Teatral. 



        Fotos: Alfredo Milán. Salvador Novo 2022.

"Tuve el privilegio de conocer el Proyecto Atawallpa desde que Mabel Petroff Montesinos lo propuso para postularse a la Maestría de Dirección Escénica de la ENAT en el año 2019. Viví de cerca las complicaciones y dificultades que el proyecto planteaba cuando fui maestro de Mabel en el Taller de Puesta en Escena en la misma maestría. Y finalmente pude ver el resultado en el montaje que presentó en el Teatro Salvador Novo en diciembre del 2022. La creación escénica es un viaje de descubrimiento e implica estar dispuesto a internarse en un laberinto en el que muchas veces los corredores conducen a ningún lado y las puertas simplemente no se abren. Mabel tuvo la osadía y la persistencia para extraviarse en ese laberinto y batirse con rigor ante la adversidad. A Mabel la guió la luz de su convicción y la determinación de sus propósitos. El resultado final es muy luminoso en varios aspectos. 


En primer lugar, quisiera destacar el mérito de la adaptación/apropiación del material textual de origen (La Tragedia del Fin de Atawallpa, teatro quechua del siglo XVI traducido por Jesús Lara a mediados del SXX). Mabel toma el texto colonial y lo teje con la historia de su propia abuela indígena además de sumar una capa más al elucubrar sobre la historia del traductor Jesús Lara a quien convierte en personaje importante de su espectáculo. El resultado es un nuevo texto dramático escrito para la escena que consigue personalizar y enfocar un viaje de descubrimiento a partir de la fuente original. El hallazgo de esta síntesis le permite a Mabel apropiarse -de manera muy íntima y conmovedora- de su propio viaje creativo y la convierte – a ella misma- en pieza indisoluble del resultado escénico. 


En segundo lugar, advierto grandes aciertos en la arquitectura propia del espectáculo. Construido a partir de viñetas que se urden en torno a las tres capas narrativas, la sensación estructural es mandálica o espiralada. Las partes se van articulando para armar una identidad ritual a la que resulta muy difícil resistirse. El viaje escénico, planteado como tal: un itinerario con varios puertos de llegada, se convierte en un viaje de inmersión a las profundidades de un ritual que se teje con la delicadeza y cuidado con el que una abuela podría contar una historia importante a las generaciones más jóvenes de su familia. 


En tercer lugar, me parece que el lenguaje escénico abraza con una libertad envidiable el diálogo entre distintos tonos y recursos escénicos que lejos de discrepar construyen una identidad que cobra sentido y ofrece eficazmente una singular convención teatral. Mabel no teme juntar el teatro de máscaras, con el de títeres, con el teatro testimonial, con el tono realista, con el teatro de sombras, con el post-drama, con la liturgia. Lo notable es que la ensalada no solo funciona, sino consigue inmersión, atención, interés y conmoción en quien experimenta el espectáculo. 


Por último, es importante señalar la impecable factura de la producción final. Esto no solo involucra las decisiones de espacio, luz, sonido y por lo tanto generación de atmósferas. -- todas ellas atinadas, pertinentes, cuidadas - sino también, y sobretodo, el detallado trabajo actoral. Como mencioné, Mabel se vuelve, desde la escritura de su espectáculo en pieza indisoluble del mismo. Lo notable es que al involucrarse como actriz y acompañarse de un extraordinario Bruno Castillo, logra un viaje donde los dos intérpretes consiguen un notable equilibrio entre la precisión técnica y la poética emocional. Llama la atención la concentración y la respiración pausada, casi hipnótica, con la que los dos intérpretes nos sumergen inexorablemente en este laberinto que más que una puesta en escena se vive como una aventura iniciática". 


Teatro María Tereza Montoya. Ciudad de México 2023.


8. Por: Carmen De la Rosa. Comunicadora. 


Foto: Alfredo Milán. María Tereza Montoya 2023.


"Es una obra que toca fibras muy íntimas para las generaciones que tenemos ascendencia étnica. Desde la entrada a una cueva minera, empieza el recorrido no solo histórico, sino analítico a nuestras profundidades como "naturales" de una tierra saqueada y adormecida por siglos. 


Nos lleva a la raíz, de como nuestras abuelas fueron víctimas de una conquista más allá de la territorial, brutal en todo aspecto y que se encargó de sobajarla, dejando el alma femenina apagada ante la nueva visión de lo que debía ser y hacer una mujer dentro de su grupo familiar y social. 


Fuimos relegadas no solo a servir a la familia, sino a otros, a quienes deberíamos admirar y obedecer, por el hecho de ser hombres, persona de piel clara o venir de tierras lejanas. 


Y así, pasó a las siguientes generaciones, a las que se les designaba servir, ya no a los conquistadores del viejo continente, sino al capitalismo, convirtiéndose en servidoras ya no del hogar propio, sino del ajeno en pro del bienestar de su familia, una familia que muchas veces no parieron y sin embargo, "les corresponde" mantener o cuidar, fortaleciendo la idea de rol designado por género o nivel socio-económico. 


Así pasó por generaciones la idea de que estaba bien el saqueo de los tesoros profundos de la tierra y el alma, por ser superiores en género, economía o raza y ató toda posibilidad de reclamo de las riquezas, al desaparecer las pruebas o desacreditar la verdad. 


En lo personal, puedo decir, que pertenezco a una generación que se ve como producto de una abuela violada que calló y sirvió abnegada a un hombre violento; de una abuela que se casó por amor y sin embargo, dio como herencia a sus hijas el derecho de explotación por terceros y a la que debían someterse por ser mujeres. 


Fue salir de la mina diciendo: sí, me alegro que no haya ya una siguiente generación de mujeres destinadas a la brutalidad, al abandono, a la sumisión sin reclamo, al llanto contenido. Me alegra pertenecer a una generación de mujeres que pretender fundar una nueva visión de géneros, de roles, para las que no hay diferencias y si muchas razones. 


Fue salir de la mano del emperador que nos abrió los ojos y nos pide gritar desde lo más profundo: "¡Atawallpa!" 


9. Por: Alexandro Guerrero. Comunicador. 


Des (Montajes): Proyecto Atawallpa en el escenario del Teatro María Tereza Montoya. Regeneración. Medio de información libre e independiente. 8 de abril del 2023 


https://regeneracion.mx/des-montajes-proyecto-atawallpa-en-el-escenario-del-teatro-maria-teresa-montoya/?fbclid=IwAR16FAGpRTiU8_EA0HexHqprI-W7RynNk2Jm8- Cdh0C36HyTwBDSmYZjrgQ 



Foto: Alfredo Milán. María Tereza Montoya 2023.

"Con el volar del waychu anda en el tiempo y el espacio Proyecto Atawallpa, obra ganadora de los fondos Iberescena 2021-2022, escrita y dirigida por Mabel Petroff Montesinos, producción y realización de Teatro Brujo, compañía que vincula a México con Ecuador, y viceversa. 

Con las actuaciones de Bruno Castillo Díaz y la misma Mabel Petroff Montesinos, la puesta en escena propone un camino, ruta mestiza que alude al Qapaqñan, antiquísimo sistema vial inca que permite recorrer en toda su extensión la geografía andina, pero también una red de caminos simbólica e identitaria. 


En el escenario Mabel y Bruno manejan con destreza la dificultad actoral que implica el uso de máscaras alusivas al Aya Huma, personaje presente en la cosmovisión andina que tiene dos rostros y carece de espalda para nunca dejar de mirar de frente al sol, y que funge como comunicador con el pasado y el mundo de los muertos. 


Un actor y una actriz hacen de sus cuerpos un espacio multidimensional desde el que emergen diversos personajes, vivos y muertos paradójicamente comunes y ubicuos que cuentan sus historias, pasadas al frente y futuras detrás, como lo indica discurre el tiempo para los pueblos andinos, yendo y viniendo del mundo de los sueños al de la vigilia con las visiones que permiten comprender el presente. 


Así se entrecruzan historias ocultas, negadas, dolorosas, pero al fin verdades que es necesario enunciar: la colonización ha sido perpetuada, está vigente y es instituida en un sistema violento que procura borrar la parte incómoda del mestizaje. 


Motivó esta obra una abuela, la de Mabel, una abuela de piel morena entregada con la mejor intención por su madre empobrecida a una familia blanca y con dinero que la pone a su servicio en una suerte de esclavitud moderna. 


Se reflexionar así sobre clase y raza, el binomio colonial y sus violencias, el borramiento ulterior de parte de la identidad mestiza a cuenta de la dominación; identidad que se siente perdida porque lo está, y hay que buscarla, hallarla entre los senderos que olvidamos caminar. 


Con Proyecto Atawallpa se andan los caminos necesarios para recuperar al menos parte del legado de la mujer antecesora que se de pura pena se niega a hablar sobre lo acontecido. 


Este camino se cruza con el de Jesús Lara, investigador que en la década de 1950 transcribió Tragedia del fin de Atawallpa, manuscrito luego desaparecido de una obra, al parecer del siglo XVI, que reivindica la presencia temprana del teatro en la cultura Quechua, es decir antes de la llegada de los españoles. 


Cuando se les pregunta a Mabel y a Bruno, compañeros en el escenario y como pareja en la vida, sobre lo que ha significado está obra, ella responde con un término quechua: Pacha Kutik, el caos transformador que marca un cambio dentro del ciclo vital de la cosmogonía andina. 


Deseamos larga vida a esta propuesta escénica para que mucha gente pueda verla y con su ayuda poner sobre la mesa las preguntas que requerimos responder para encontrarnos en el pasado contado desde otro lugar". 


10. Por: Alfredo Millan. Crítico y fotógrafo de artes escénicas. 


Teatro y Danza 


https://teatroydanza.com/.../proyecto-atawallpa-la-ruta.../ 


8 de abril de 2023 


Foto: Alfredo Milán. Teatro María Tereza Montoya 2023

"¿Hasta cuándo vas a dormir? 


La Ruta Mestiza es un camino que atraviesa América Latina por ello simboliza la mezcla cultural que ha caracterizado a la región durante siglos. A pesar de su riqueza, esta diversidad también ha ocultado una historia de opresión, también de sufrimiento. La llegada de los conquistadores significó la destrucción de muchas culturas originarias, la imposición de la religión católica, consiguientemente la esclavización de las personas que habitaban estas tierras. Como resultado, los pueblos indígenas fueron sometidos a una explotación sin precedentes, se vieron obligados a abandonar sus tradiciones, además de sus costumbres para adoptar las de sus opresores. Sin embargo, los pueblos indígenas de América Latina indudablemente resisten en la lucha por mantener su cohesión social, así como, su sentido de pertenencia. Han tolerado la homogenización cultural mientras que mantienen sus tradiciones a la luz de sus valores únicos. La memoria histórica les permite recordar la tragedia que sufrieron en manos de los colonizadores, por esta razón es la lucha contra cualquier forma de opresión o discriminación. 


En el proyecto Atawallpa, una actriz ecuatoriana junto con un actor mexicano deciden investigar la obra de teatro quechua del siglo XVI, “La tragedia del fin de Atawallpa”. En ella, encuentran misteriosos símbolos de igual forma sucesos que se conectan con sus propias historias personales y el mundo actual, La obra es un Qhapaq ñan, un camino de reconocimiento que los ancestros indígenas dejaron como mensaje oculto… 


La realidad igualmente que la ficción se mezclan en el proyecto Atawallpa, es evidente el excelente desempeño de los actores en un sueño de visiones que cambiará por completo sus vidas. A través de la obra, descubren no solo la historia de la conquista española del Perú y la caída del Imperio Inca, sino también su propia conexión con su herencia indígena, de igual importancia su identidad cultural. 

El proyecto Atawallpa está inspirado en la estructura del Qhapaq ñan, el camino ritual de los antiguos Incas, que se basa en la obra de teatro quechua del siglo XVI, “Tragedia del fin de Atawallpa”. Además, está influenciada por la versión en español de la obra realizada por Jesús Lara. Este proyecto nos invita a reflexionar sobre las consecuencias de la conquista, la colonización, la importancia de reconocer para respetar la diversidad cultural y lingüística de nuestro mundo. Si pudiéramos escuchar las voces de las culturas ancestrales hoy en día, es probable que nos recuerden la importancia de honrar, preservar nuestra historia cultural. De trabajar juntos por un mundo más justo para todos. 


Al final, comprender el mensaje oculto en la obra es una invitación a reconocer, asimismo valorar la riqueza, más aún la diversidad cultural, así como aprender de las enseñanzas de los ancestros para enfrentar los desafíos del mundo actual. La Ruta Mestiza es un camino hacia la comprensión, el respeto y la celebración de las múltiples culturas que conforman el tejido social latinoamericano. 


En tres cuartillas no es posible abarcar toda la complejidad de este teatro documento incluyendo aspectos estéticos como la iluminación, el vestuario, la construcción de las máscaras, los instrumentos musicales precolombinos además de otros objetos. El recorrido así como el dispositivo enriquecen la experiencia del espectador en estos universos mágicos, es un gran trabajo escénico. 


Sin embargo, es importante destacar que el Proyecto Atawallpa es una muestra de cómo el arte, por añadidura la cultura pueden servir como herramientas para explorar la historia, ilustrar las tradiciones de los pueblos originarios y, del mismo modo, promover el diálogo intercultural con la valoración de la diversidad. La obra nos invita a reflexionar sobre la historia de opresión, de la discriminación que han sufrido los pueblos indígenas ante todo la necesidad de luchar contra cualquier forma de injusticia…, de exclusión". 


      Foto de Demian Palacios. María Tereza Montoya 2023.


Proyecto Atawallpa. La ruta mestiza. Por: Mabel Petroff y Juan Alberto Malo.
Versión libre de la obra de teatro quechua Tragedia del fin de Atawallpa. Traducción de Jesús Lara.
Dirección general y de escena: Mabel Petroff Montesinos.
Actuación: Bruno Castillo y Mabel Petroff.
Diseño corporal: Bruno Castillo.
Concepto de espacio e iluminación: Aris Pretelín
Elementos escénicos y máscara de anutara (oso): Ximena Moscoso.
Vestiario y accesorios: Adriana Petroff.
Construcción Sonora: Roberto Moscoso.
Máscaras: Mabel Petroff.
Construcción máscara anutara (Oso): Tatiana Olave.
Asistencia de dirección Ecuador: Piotr Zalamea Zielinski.
Asistencia de dirección y producción México: Pamela Eliecer Badallo. 
Producción general: Wendy Aguilar.
Producción: Teatro Brujo y LasRedRaincoats. Lab.
Producción Asociada: Teatro Barojo y Proyecto Tejidos.
Traspunte en México: Bryan Guerrero. Mario Iván García.
Técnicos de iluminación: Piotr Zalamea, Xavier Guambaña (Fundación Iluminar), Bruno Castillo, Bryan Guerrero, Mario Iván García.
Logística: Piotr Zalamea Zielinski, Layla Díaz, Miriam Guallpa, Carlos Lituma, Brando Banda y Dulce Durán.
Imagen: Dianola Vazquez
Ilustración: Diego Molina
Registro fotográfico: Ana Lucía Montesinos, Alfredo Milán, Demian Palacios, José Antonio Crespo. 

Foto: Alfredo Milán. Tereza Montoya. 2023

martes, 22 de junio de 2021

Trabajo pandémico

 Seguimos creando, seguimos creyendo.

Trabajos creados en diferentes formatos.

Maqueta de construcción sonora.

Proyecto Atawallpa Link construcción sonora




Proyecto Atawallpa: Reflexiones pandémicas.


Ser. Experiencia audiovisual con la poesía de Iván José Petroff



Proyecto Atawallpa. El sabio que sueña.



Sin pantalón y sin camisa:



Acerca del paraíso: Proyecto Atawallpa





Proyecto Atawallpa:


Saludo día del teatro 2020.  Este saludo apocalíptico marcó un inicio de otra forma de conectar y crear vínculos.



Talleres on-line.  Taller de Creación en confinamiento   Costos simbólicos.



Taller permanente conciencia física para salir de la inmovilidad del confinamiento. 
Este espacio se fundó el día 1 de junio del 2020 y ya tiene un año de investigación física y pedagógica on-line.




Homo consumens o exorcismo del sistema

 Homo Consumens o exorcismo del sistema

Nuestro último trabajo en "presencialidad" antes de la pandemia covid 19 parece ser que predijo un cambio de mundo porque el que teníamos ya no aguantaba más, todavía hay que seguir exorcisando nuestras prácticas, nuestras relaciones, el sistema tal como está diseñado nos está llevando a la extinción.

Teatro brujo con 12 espectadores por función mantuvo con éxito un exorcismo que no ha terminado.

Madre Nuestra Tú eres la Tierra/ santificado sea tu nombre/ estamos en tu reino/ danos hoy nuestro pan de cada día/ no el de mañana ni el de pasado mañana/ para que podamos vivir el presente/ con plenitud y sin codicia/ perdona tanta basura que hacemos y todo lo que te hemos contaminado/ no nos dejes caer nuevamente en manos de las industrias/ y líbranos de la publicidad engañosa.  AMEN.



Actuación, dirección, dramaturgia, iluminación y arte: Bruno Castillo y Mabel Petroff

Apoyo técnico y asistencia de dirección: Piotr Zalamea Zielinski

 Apoyo Técnico y performance en entrada: Edgar Garcia Véjar

  Fotografía de Millan Foto



Una habitación de 5x 4 con un closet.


                                        12 espectadores por función





jueves, 27 de junio de 2019

X ANIVERSARIO

Como parte de los festejos de nuestro 10 años tenemos programada una gira con nuestras obras Pentesilea von Kleis y Ars Erótika además de un taller de Puntos de vista dictado por Bruno Castillo Díaz y una retrospectiva fotográfica de nuestras obras.  Estaremos en Ciudad de México y Ecuador.

En Ciudad de México.  El Hormiguero Centro Cultural





 En Ecuador Sala Alfonso Carrasco y Prohibido Centro Cultural, lugar que vio nacer nuestra primera obra.



sábado, 2 de marzo de 2019

HOMO CONSUMENS

EXORCISMO DEL SISTEMA
Teatro Brujo presentó en el Centro Cultural el Hormiguero en Ciudad de México su primera aproximación ensayo-investigación de lo que será nuestro estreno en 2019
Fotos de Carlos Miravá















Breve reseña crítica de Eugenia Galeano.
TEATRO BRUJO presentó HOMO CONSUMENS. Exorcismo del sistema, bajo la dirección de Bruno Castillo y Mabel Petroff. Una parodia sobre el consumismo, con ideas de cómo exorcizar al sistema, a fin de no caer en los excesos del consumismo.  Una forma graciosa de ironizar las compras compulsivas y los mensajes subliminales publicitarios.  Esta fue una de las propuestas con mayor teatralidad en la que utilizaron diversas técnicas de actuación, máscara, tintes de clown, corporalidad, iluminación y gran manejo del espacio, integrando un closet y las puertas disponibles para enmarcar el montaje.